Descubre cómo el tratamiento psicológico puede mejorar significativamente la calidad de vida de las personas con Síndrome de Sjögren.
El Síndrome de Sjögren, es una enfermedad autoinmune que afecta comúnmente a las glándulas productoras de humedad. Además, el Sjögren provoca otras alteraciones físicas y mentales asociadas, como la niebla mental, la fatiga o el dolor articular.
El Sjögren puede tener un impacto significativo en la vida diaria de quienes lo padecen. Más allá de los síntomas físicos, como la sequedad bucal y ocular, esta condición puede generar una serie de desafíos emocionales que requieren atención especializada.
Vivir con una enfermedad crónica como el Síndrome de Sjögren puede generar una amplia gama de emociones. Desde la ansiedad, tristeza e ira, emociones como la sensación de soledad, la incomprensión, la injusticia o la incertidumbre aparecen al inicio y durante la enfermedad.
La terapia psicológica puede ser una herramienta más con la que ayudar a las personas con Síndrome de Sjögren a manejar estos desafíos emocionales y mejorar su calidad de vida.
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NUESTRO ENFOQUE PARA LA INTERVENCIÓN EN SJÖGREN:
EVALUACIÓN
INTERVENCIÓN EN SJÖGREN
INTERVENCIÓN EN TÍ
Siempre comenzamos por una evaluación completa de tus síntomas emocionales y de tus síntomas físicos. Dedicamos recursos (cuestionarios, técnicas, registros…) para entender por lo que estás pasando de una forma completa, tanto psicológica como fisiológicamente.
Cuando hemos logrado comprender tu proceso, historia y recursos, la intervención se dirige a la mejora de tu bienestar en cuanto al Sjögren. Puede que necesites transitar el duelo reciente o estés pasando por una crisis dentro de la enfermedad. Es posible que no sepas como comunicarte con tu entorno, que no sepas como manejar algunos síntomas o que te encuentres con ansiedad. Cada caso es diferente, se trata de darte herramientas y conocimientos.
No solo se trata de ayudarte a manejar mejor la enfermedad y lo que conlleva, en la mayoría de casos nos damos cuenta (paciente y terapeuta) de que hay mucha carga previa. Tú no eres tu enfermedad, y por eso la intervención también se dirige a tí, a ayudarte a mejorar y sentirte mejor contigo misma/o. La terapia se dirige también a deshacer nudos que aún hoy provocan tensión, heridas que todavía escuecen. La terapia es para tí, no para el una enfermedad.
Si quieres saber más, contacta con nosotras sin compromiso, estaremos encantadas de explicarte todo el proceso.