Esta es una carta que ha escrito un paciente que trabaja para mejorar su vida con misofonía. Cuando me dió esta carta y la leí, me impactó por la claridad y la sinceridad que hay en sus palabras. Una verdad con sufrimiento pero también esperanzadora. Creo que es digna de compartir y espero que ayude a algunas personas a saber que hay que respetar esta condición, y a otras que hay posibilidad de mejorar.
En esta sesión he aprendido a respirar y a estar más tranquilo. Poco a poco voy aceptando la misofonía como algo que forma parte de mi vida. Debido a ello puedo llevarla mejor y controlar más mis impulsos, además de aceptarla tal y como es, algo que me pertenece, algo que también me ha hecho ser como soy, con mis principios, mis valores y también mis defectos. Tengo la esperanza de que va a ir mejor, lo veo y lo siento.
La misofonía no es algo que puedas dejar tener un rato, va contigo, te la llevas en el bolsillo, te acompaña a todos lados y cuando menos lo esperas te llama y sale. Quien tiene misofonía lo identifica rápìdamente. Puedes tener el mejor día de tu vida, te puede tocar la lotería, aprobar un exámen, ligarte a la persona que te gusta… da igual, la misofonía puede arruinarte esos momentos por un instante. Si escuchas ese o esos sonidos que te generan ansiedad, enfado, malestar u odio a los demás, tu día se va a la más profunda ocuridad, aquella oscuridad que solo desaparece si huyes. Huir del sitio y de las personas con las que deseas estar, huir de aquello por lo que tanto tiempo has luchado… y todo por un simple ruidito (como muchos lo llaman) que te hace salir y huir, desaparecer para tener tranquilidad. Quien tiene misofonía lo daría todo por que desapareciera, yo lo daría, todo… Quien tiene misofonía ha pensado que sería mejor estar sordo, no poder escuchar esos sonidos. La misofonía son 24/7, en todo momento puedes verte expuesto a esa situación, y eso genera ansiedad, solo pensar que volverás a ese malestar, a esa oscuridad, a sentirte enfadado, en un túnel doloroso y sin salida. Es cierto también que cuando encuentro la armonía a mi alrededor, estudiar, pensar y relajarse es un placer, las ideas vienen solas. Yo estudio un máster, y lo cierto es que la complejidad no está en la materia ni en las horas de estudio, para mí la complejidad está en la misofonía y el miedo a fracasar en mi vida por ésta.
Aún con esa sensación que provoca la misfonía, quiero decir que no es una batalla perdida. Es posible ser positivo, se puede luchar por uno mismo, por quienes nos quieren y quieren vernos bien. Ser positivo, y aceptarse tal y como uno es, con misofonía y sin ella. Saber que tenemos nuestras limitaciones, pero que con ayuda y algunas soluciones podemos conseguir lo que nos proponemos… aún con la compañera del bolsillo.
Si necesitas ayuda puedes contar con personas que tienen misofonía en asociaciones, o buscar ayuda profesional para gestionar mejor esa parte de tu día a día.
<a href=»https://www.freepik.es/fotos-vectores-gratis/musica»>Foto de música creado por freepik – www.freepik.es</a>
<a href=»https://www.freepik.es/fotos-vectores-gratis/mujer»>Foto de mujer creado por freepik – www.freepik.es</a>